Sabes ¿cuándo una persona en serio se siente derrotada?
Es cuando das y das y das lo mejor de ti y todo tu esfuerzo porque todo salga bien, para que todo sea mejor, pero al final del día nada tuvo frutos. No sirvió de nada tu esfuerzo ni todo lo que hiciste.
Son grandes las espéctativas pero pocos los resultados, te hace perder poco a poco la esperanza, las ganas de seguir luchando ¿ya para qué? ¿No sería mejor olvidarlo todo? ¡Estar cansada! tan deprimida, es querer dejarlo todo, nada importa ya, ¿por qué debo seguir tratando por algo o alguien que no tiene caso? Te defraudas porque no crees recibir lo que mereces, crees que vales mejores atenciones pero los demás no lo ven así, al parecer. Esos momentos en que piensas que mejor hubiera sido quedarte en cama todo el día, no haber hecho tanto si los resultados iban a ser los mismos, en que ¿para qué vivir si te van a tratar así?, Y por qué no irse de viaje, olvidar a los demás, vivir para sí mismo ¡cierto! ¿por qué no hacerlo?, porque te sientes completamente vacío sin eso, sin ellos, porque no queremos una vida bohemia, porque el temor de quedarnos solos es mucho más grande, porque todo eso, todos ellos son muy importantes para nosotros.
Ya no sentir la vida como la pintaste, como la imaginaste, como quizá alguna vez tuviste; escuchas decir "todo tiempo pasado fue mejor" y sueles pensar ¡Sí! porque estás rodeado y muchas veces te sientes tan solo(a), las lágrimas inundan tus ojos y si te descuidas navegan por tus mejillas; sólo queda esbozar una tímida sonrisa y fingir que todo está bien, el final del día suele ser tu desahogo y un piélago de preguntas rondan tu mente ¡¿por qué yo?!,¡¿por qué a mi?! No hay respuestas, solo un completo silencio y vacío, estés donde estés, así te encuentres entre el tumulto, sólo sientes tu llanto romper, muriendo en silencio y esperando alguna migaja de reconocimiento y buen trato para llenarte de dicha por algún tiempo. Sabes muy bien que te mereces muchísimo más pero piensas que "está bien por ahora", crees de momento que todo va a cambiar, que serás feliz nuevamente y que realmente aprendió a valorarte y reconocer tus acciones; todo hasta que tropiezas nuevamente con la realidad y regresas a lo de siempre, a lo rutinario, con tu confidente más confiable como puede ser el silencio y una buena almohada, repitiéndote que tomarás mejores decisiones para el siguiente día, que se hace largo porque nunca llega.
Es cuando das y das y das lo mejor de ti y todo tu esfuerzo porque todo salga bien, para que todo sea mejor, pero al final del día nada tuvo frutos. No sirvió de nada tu esfuerzo ni todo lo que hiciste.
Son grandes las espéctativas pero pocos los resultados, te hace perder poco a poco la esperanza, las ganas de seguir luchando ¿ya para qué? ¿No sería mejor olvidarlo todo? ¡Estar cansada! tan deprimida, es querer dejarlo todo, nada importa ya, ¿por qué debo seguir tratando por algo o alguien que no tiene caso? Te defraudas porque no crees recibir lo que mereces, crees que vales mejores atenciones pero los demás no lo ven así, al parecer. Esos momentos en que piensas que mejor hubiera sido quedarte en cama todo el día, no haber hecho tanto si los resultados iban a ser los mismos, en que ¿para qué vivir si te van a tratar así?, Y por qué no irse de viaje, olvidar a los demás, vivir para sí mismo ¡cierto! ¿por qué no hacerlo?, porque te sientes completamente vacío sin eso, sin ellos, porque no queremos una vida bohemia, porque el temor de quedarnos solos es mucho más grande, porque todo eso, todos ellos son muy importantes para nosotros.
Ya no sentir la vida como la pintaste, como la imaginaste, como quizá alguna vez tuviste; escuchas decir "todo tiempo pasado fue mejor" y sueles pensar ¡Sí! porque estás rodeado y muchas veces te sientes tan solo(a), las lágrimas inundan tus ojos y si te descuidas navegan por tus mejillas; sólo queda esbozar una tímida sonrisa y fingir que todo está bien, el final del día suele ser tu desahogo y un piélago de preguntas rondan tu mente ¡¿por qué yo?!,¡¿por qué a mi?! No hay respuestas, solo un completo silencio y vacío, estés donde estés, así te encuentres entre el tumulto, sólo sientes tu llanto romper, muriendo en silencio y esperando alguna migaja de reconocimiento y buen trato para llenarte de dicha por algún tiempo. Sabes muy bien que te mereces muchísimo más pero piensas que "está bien por ahora", crees de momento que todo va a cambiar, que serás feliz nuevamente y que realmente aprendió a valorarte y reconocer tus acciones; todo hasta que tropiezas nuevamente con la realidad y regresas a lo de siempre, a lo rutinario, con tu confidente más confiable como puede ser el silencio y una buena almohada, repitiéndote que tomarás mejores decisiones para el siguiente día, que se hace largo porque nunca llega.